Que no cunda el pánico, en esta ocasión no hay rumores de separación, peleas con Justin Bieber ni nada por el estilo: lo que ha pasado esta noche es que ha quedado patente que los chicos de One Direction también son humanos.
Tenían concierto en Belfast pero lo han tenido que cancelar minutos antes de que comenzase el espectáculo porque Liam se ha puesto enfermo.
La agitación de las fans ha sido tan tan masiva en las redes sociales que para calmar las aguas el equipo de los 1D han decidido adelantar por sorpresa el estreno de Perfect, su nuevo videoclip.
Dirigidos por Sophie Muller en un artístico blanco y negro, los chicos causan el caos en el Hotel Intercontinental de Nueva York
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